El buscar los trozos de madera para tallar me llevó a los bosques, éstos al Basajaun, que no es otra cosa que un espíritu del bosque, un woodspirit que llaman los anglosajones. Estos woodspirit son ancianos con largas barbas, una especie de Gandalf y gozan de gran tradición en EEUU, Canadá y el norte de Europa.
Pues bueno, cogí mi navajita y me puse manos a la obra. Los primeros resultados no fueron los esperados, ya que en vez de Gandalf a veces me salía el asqueroso Gollum. Entre viruta va y viene y algún que otro corte en las manos le fui cogiendo el callo a esto del whittling.
Pronto llené mi casa de palos y más palos con las caras de los basajaunes. Los había por todas partes.
Un día, en una de las salidas al monte, se me ocurrió la idea de ir dejando estas tallas en las cimas, en los bosques, en aquellos lugares que por su ubicación y belleza la gente elige como favoritos.
Las tallas llevaban grabado un mensaje que invitaba al caminante a cambiarlas de sitio y si fuera posible a sacar una foto de la nueva ubicación.
Acababa de nacer Basajaun Bidaiaria.
En este blog voy a recoger todo el historial de los basajaunes que voy dejando por ahí; sus fotos, su elaboración.
Aquellas personas que deseen enviarme las fotos de los basajaunes lo pueden hacer subiéndolas a este blog o bien mandarlas vía mail a estas direcciones: basajaunbidaiaria@gmail.com
Animo a la gente a participar en esta aventura de caminar y cambiar de sitio los basajaunes que se puedan encontrar.
